...salieron de aquel sitio cogidos de las manos, mientras subían aquellas escaleras mecánicas, ella se puso a su altura, le abrazo y le dio un beso en la frente, el la miro y la dijo "hola guapa" y ella ruborizada le abrazó mas fuerte. Salieron fuera a fumarse un cigarro, y entre calada y calada se hacían carantoñas, cuando el la abrazó y ella se apolló en su pecho mirándole fijamente a los ojos, el comento "...menudos ojazos tienes, me encantan", ella se rió y le dijo "y me lo dice el que los tiene feos, son iguales que los tuyos, ya tendrías que estar acostumbrado!" el se sonrió... y ella, se puso de puntillas...
El destino la tiene que estar reservando algo muy bueno, porque por mucho que se esforzara, nunca había sido lo que ellos andaban buscando...